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martes, 20 de enero de 2015

Deseos cumplidos un 17 de enero.

Vaya, ha vuelto a pasar. Mi piel se ha vuelto a erizar mostrando decepción al haber buscado la tuya sin éxito alguno.
Hace apenas dos días que no me besan tus labios y poco a poco los segundos se van convirtiendo en minutos, los minutos en horas, las horas en días y los días en ganas de verte.

Mis oídos tienen envidia de mis ojos, envidia de leer tus "te quiero" mas no poderlos escuchar. 
Constantemente pienso que me podrían faltar todos los sentidos y aún así sentirte. Podría sentir tu calor en su inmensa plenitud, sentir tus dedos posados sobre mis labios mientras escucho como me dices que soy perfecta, sentir como por mi piel vuelven a caer lágrimas, pero esta vez de emoción.

No puedo evitar sonreír cada vez que recuerdo que todo esto es tan solo el principio de algo realmente precioso, aunque quizás no tanto como tú. Juraría que no hay nada más precioso que tus ojos. Tus tiernas miradas dicen todo aquello que siempre quise escuchar de alguien; motivos en los que confiar.

Vivo con la duda de si te encontré por casualidad o siempre te tuve en mi lista de deseos.

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